
¿LEGO es realmente divertido?
¿LEGO es realmente divertido?
Aunque parece contradictorio, LEGO no es intrínsecamente “divertido” en el sentido tradicional. Construir con LEGO implica trabajo: seguir instrucciones, cometer errores, corregirlos… y todo esto pagándolo de tu propio bolsillo. Aun así, millones de personas lo aman. ¿Por qué?
🧠 1. El Efecto IKEA: Valoramos lo que construimos
El “efecto IKEA”, conocido en la economía del comportamiento, explica que valoramos más los objetos que ayudamos a crear, incluso si no son perfectos. LEGO aprovecha este sesgo cognitivo al hacernos construir cada pieza nosotros mismos, lo que nos lleva a desarrollar apego y orgullo por el resultado.
- Construir requiere tiempo, atención y esfuerzo → el cerebro lo valora más.
- Esto genera una sensación de logro personal → “ese auto lo hice yo”.
Además, esto se refuerza con otro fenómeno: la justificación del esfuerzo. Cuando algo cuesta, creemos que vale la pena.
📈 2. El Principio del Progreso: Micro-logros que motivan
LEGO divide sus sets en bolsitas y pasos pequeños, lo que genera una ilusión de progreso constante. Este diseño no es casual:
- Ayuda a mantener la motivación con metas claras y alcanzables.
- Cada pequeña sección completada da un “subidón” de satisfacción.
- Esto mantiene al usuario enganchado y feliz.
Este principio se aplica también en apps y videojuegos (barras de progreso, logros, rachas diarias). El proceso, no solo el resultado, es lo que realmente engancha.
🔁 3. El Estado de Flujo: Concentración total
LEGO favorece el llamado estado de flujo: un estado mental en el que estás tan concentrado que pierdes la noción del tiempo. Para lograrlo se necesita:
- Objetivos claros.
- Retroalimentación inmediata.
- Nivel justo de desafío (ni muy fácil, ni muy difícil).
Este equilibrio convierte la experiencia en algo gratificante, similar a juegos como Tetris o Minecraft. Y científicamente, el flujo está asociado con mayor bienestar emocional y creatividad.
🎉 LEGO no es un juguete, es ingeniería emocional
LEGO funciona tan bien porque combina tres principios psicológicos:
- Efecto IKEA → Valor por lo que construimos.
- Principio del Progreso → Motivación por el avance.
- Estado de Flujo → Placer en la concentración.
LEGO no es solo nostalgia o creatividad: está diseñado para ser adictivo de forma positiva. Nos hace trabajar, pensar y concentrarnos… pero disfrazado de juego.